Los últimos seis meses han pasado volando. Literalmente. Han sido como un cohete al infinito, fogonazo, alma que lleva el diablo, fuerza motriz en estado puro, no los he visto pasar, ni llegar, ni irse. He hecho un millón y medio de cosas en seis meses y ahora que soy consciente, su marcha me ha dejado congelada. Pero no por frío, si no congelada como se congelan las imágenes en las películas. Congelada y expectante, a ver qué viene después. Ahora, qué?