Ahora que se acaba el año y nos toca volver sobre nuestros pasos, creo que puedo concluir que la lección más grande de 2019 ha sido aprender a estar presente. Más aún, más si cabe. Y es una enseñanza que me ha enseñado tanto, a nivel personal, emocional, profesional y social, que ahora no hago más que pensar en ello. Estar presente con los demás pero no solo eso, también conmigo. Presencia en el presente. Esto es lo que me llevo este año.