Si, llegarás donde quieres llegar. Tal vez te cueste un poco más de esfuerzo del que habías previsto, un poco más de apretar los dientes y dejarte a ti misma ser más vulnerable de lo que querías. Pero llegarás. Tomarás un montón de decisiones equivocadas que te convertirán en la persona que eres ahora mismo, y aprenderás a saborear más los triunfos ajenos que los propios. Perderás gente por el camino a la que considerabas invencible, solo para darte cuenta de que los que te hacen fuerte de verdad nunca se fueron. Aprenderás a caminar un poco más despacio y a disfrutar más del camino, y que no es posible preverlo todo. Te vas a reír a carcajadas y un día al final de la última curva del año más extraño de tu vida te darás cuenta de lo que significa estar en casa, y cómo es un concepto que se desdobla para adaptarse al rincón del mundo en el que se encuentre todo aquello que te hace ser quien eres. Feliz 2017.