Si algo he aprendido de ti, es que las cosas saben mejor si se comparten. Que un éxito no lo es tanto si no se celebra con alguien, y que un fracaso lo es menos si se reparte el peso entre varios. Toda la vida me has oído decir que las personas vienen a cumplir un papel en nuestro camino, y parece que el tuyo es el de la perpetuidad, uno muy protagonista.
Si tuviera que definirte en una palabra, probablemente diría que eres libre. Siempre lo has sido, a pesar de los condicionantes que te han venido impuestos desde fuera. Y esa libertad para ver por encima de las cosas a pesar de tu estatura, para decidir entregarte a la aventura sin freno, es una de las cosas que más admiro de ti.
No hay un lugar de Santander en que no tenga un recuerdo contigo -muchos de ellos silenciosos a pesar de tu facilidad de palabra- ni una parte de mi camino que no haya compartido contigo. Has sabido como hacer para entenderme y te he visto celebrar conmigo avances como si hubieran sido tuyos -muchas veces lo son-. La confianza, la lealtad, se construyen, y subsisten a las piedras del camino. Un buen puñado de años.
Esta entrada lleva demasiado tiempo siendo un borrador y tu demasiado tiempo orbitando conmigo. Y lo que hemos llorado… -en el río de la pila, en un bordillo en una verbena una noche de fuegos, en la catedral con mala iluminación, en la cala; nos gusta la variedad-. Y lo que nos hemos reído; sobretodo lo que nos hemos reído.
Puede que sea verdad que este va a ser nuestro año, puede que empecemos a aparcar a la primera en el rio a las 9 de la noche, que en los bares que nos hacen sentir en casa siempre haya mesa libre y que cuando lleguemos a la segunda este verano no tengamos a nadie alrededor interrumpiendo las siestas. Tal vez sea el año en que de verdad decidimos hacer algo con nuestra puesta en forma, puede que nos acerquemos un poco más a la independencia. Quizás se alineen los astros y luzca el sol cuando paseemos el sardinero, y dejemos de andar bajo la lluvia. Puede La Tasca empiece a repartir a domicilio y que elijamos las películas a la primera. Puede que terminemos de tachar los puntos de nuestra Bucket List.
O puede que sigamos como siempre y las tragedias se sucedan, pero que le vamos a hacer si disfrutamos con el drama. Sea como sea, será bueno si es compartido alrededor de la cerveza o un buen vino. En cualquier caso, vamos a seguir disfrutando de las cosas como nos gusta, con la moderación que de vez en cuando imprimo sin querer y las ganas que tu me has inculcado. Creciendo en paralelo. Sin pasar en casa más tiempo del imprescindible, poniéndonos morenas sin tomar el sol, asumiendo que ya somos ¨las de siempre¨en casi todas partes. Y que venga el mal por donde quiera.